Fundamentos Científicos de la Acción de la Luz en los Animales.
El sol irradia diferentes ondas de radiación, y aquellas cuya longitud oscila entre 400 a 800 nm (nanómetros; 1 un nanómetro equivale a la millonésima parte de 1 milímetro), son visibles en forma de luz, mientras que las más cortas y las más largas son invisibles. Las ondas más cortas que podemos percibir son los rayos luminosos violetas. A estas ondas siguen otras que ya no son visibles, y que por ello se designan con el nombre de ultravioletas. Estas irradiaciones ultravioletas pueden separarse mediante un prisma, de igual modo como se separan las radiaciones visibles. Las ondas luminosas visibles se clasifican a simple vista como rojas, anaranjadas, amarilla, etc., con gran número de graduaciones intermedias, pero la piel humana y animal establece, todavía, diferencias más finas entre las radiaciones ultravioletas invisibles, Cada longitud de onda pone en actividad un diferente aparato cutáneo y con distintos resultados, a saber:
La dilatación de los vasos sanguíneos:
Las ondas de 250 y 297 nm descomponen un aminoácido que se denomina histidina, produciendo una sustancia que dilata los vasos sanguíneos.
La vitaminización:
Las hondas de 262, 270, y 297 nm actúan sobre una grasa cutánea denominada colesterina. A esta grasa se adhiere en una relación de 50.000/1, una segunda grasa, la ergosterina. Esta ergosterina se transforma bajo la acción de las cuatro ondas mencionadas en vitamina D. Fuera del organismo, cuando la ergosterina es irradiada con luz ultravioleta, por ejemplo, sometiendo la leche que contiene ergosterina a la acción de una lámpara apropiada de luz ultravioleta, se forma también vitamina D. Por la irradiación de la ergosterina se puede preparar artificialmente gran cantidad de vitamina D. Sin la vitamina D es imposible que los organismos animales puedan unir el fósforo con el calcio para formar los huesos, ni tampoco formar la queratina con suficiente dureza para integrar la composición del pico y las uñas, astas, pezuñas, pelo, plumas, etc., de distintos animales, no estando exento el hombre. Cuando falta la vitamina D se produce raquitismo en los animales jóvenes y osteomalacia en los animales adultos, además de otras anormalidades bien conocidas.
La pigmentación:
En las soluciones neutras y alcalinas, las ondas de 268 y 284 nm transforman respectivamente el aminoácido tirosina en una sustancia colorante, el pigmento que oscurece la piel, el pico , las uñas, las astas, las pezuñas, los pelos y las plumas, llamada melanina. La melanina tiene como función impedir la acción nociva de ciertas ondas radiantes sobre la piel. Pero el pigmento no es tan solo una sustancia que protege contra la luz. Cualquiera de nosotros se regocija cuando la piel se oscurece bajo la acción de la luz del Sol estival, pues instintivamente asociamos la idea de la piel pigmentada con el concepto de salud. Se habla con admiración de la piel curtida de los marinos y de los alpinistas y envidiamos el tono bronceado de los deportistas. El instinto nada sabe de cierto, pues se alberga en el tronco cerebral y no en la corteza del cerebre, que piensa conscientemente, pero experimenta una sensación oscura, y esa sensación nunca conduce a errores, la formación del pigmento debe hallarse todavía en alguna relación desconocida con la salud, pues los seres bien pigmentados son excelentes representantes de su especie, mientras que los que poseen poco pigmento son tipos debilitados. Los individuos rubios son más fácil presa de la tuberculosis que los morenos, y en los trópicos la falta de pigmentación se tiene muy en cuenta en los matrimonios o para ejercer cargos de responsabilidad. En esos climas se excluyen, también, las ovejas y los cerdos de color claro. El color oscuro de los habitantes de las regiones ecuatoriales y el tono rojo-amarillento de los pobladores de las árticas son, sin duda, una adaptación necesaria a las condiciones climáticas de esas zonas tan ricas en radiaciones. El color rubio no es una característica racial sino un "fenómeno condicionado por el medio"
Los albinos:
La formación de pigmentos, como todos los procesos químicos que tienen lugar en los organismos vivientes, se realizan con la intervención de fermentos o enzimas. Los individuos en que falta ese fermento o enzima no pueden formar pigmento y permanecen blancos. Tales seres se denominan "albinos" y se encuentran entre todas las especies animales, incluido el hombre. Como en el iris de los albinos falta también el pigmento, es transparente el color de la sangre de la retina, y los ojos aparecen rojos, tal cosa ocurre en los ratones y en los conejos blancos, como cosa muy conocida. Debido a la falta de protección, los albinos huyen de la luz y se ven obligados a entornar los ojos constantemente. También es muy frecuente que tales individuos tengan carácter muy irritable, como ocurre con los conejos blancos, que cuando están alterados por cualquier cosa que los molesta, patean el piso de la jaula lastimándose los corvejones de las patas. Todo esto parece indicar que existen relaciones todavía no aclaradas entre el pigmento y las reacciones del sistema nervioso.
La desinfección:
Las ondas de 260 nm destruyen la albúmina y, por tanto, aniquilan los hongos y las bacterias que colonizan la piel. Las bacilos de la tuberculosis y las bacterias de la blenorragia son particularmente sensible a las radiaciones y mueren rápidamente a ser sometidos a la lux del Sol. En Una palabra contra la tuberculosis no hay mejor desinfectante que la luz. Una vieja y popular sentencia alemana dice "En el lado sombrío de las calles, las carrozas mortuorias se detienen tres veces más que en el lado del Sol". En los criaderos de avanzada de conejos de Europa y de Estados Unidos se conoce la tuberculosis porque son criaderos bajo techo o galón. En los países latinoamericanos, de pocos recursos económicos y que por el alto costo de los galpones están obligados a criar los conejos al aire libre, la tuberculosis no se conoce porque el Sol la erradica. Mejor ejemplo en imposible.
La inmunización:
Aparte de la desinfección directa, la irradiación de la piel activa la formación de anticuerpos, o sea de sustancias inmunizantes que desde la piel pasan a la sangre y ayudan al organismo en su lucha contra los agente infecciosos. Los excelentes resultados obtenidos en combatir las infecciones crónicas por la permanencia en las costas o en las altas montañas se deben, en gran parte, a la formación de anticuerpos por la acción de la luz sobre la piel.
El aumento de la presión sanguínea:
Las ondas de 374 nm producen una sustancia que contrae los vasos cutáneos, por ello aumenta la presión sanguínea. Por ello, los animales que se encuentran enfermos y sufren pérdida de calor y sienten frío por acción de la enfermedad, se sienten mejor cuando son expuestos al calor del Sol. Lógicamente, los individuos con alta presión, y los enfermos cardíacos deben tomar precauciones especiales con los baños de Sol.
La excitación de las células fagocíticas:
Después de la irradiación, las células emigrantes de la piel se mueven más activamente y realizan con mayor facilidad su labor desescombradora. También las células de las paredes de los finos vasos son estimuladas. Si se infectan dos animales de laboratorio y una de ellos es mantenido en la oscuridad mientras el otro está a la luz, el segundo será más resistente a la infección que el primero. El aumento de las enfermedades infecciosas durante los oscuros días de invierno se halla sin duda en relación con la actividad disminuida de las células emigrantes y con la escasa formación de anticuerpos, aparte, como es natural, de la influencia de otros factores, como son el frío, la humedad, el empobrecimiento de vitaminas que presentan los alimentos naturales, etc.
El aumento del tono:
La piel bajo la influencia de luz, envía sustancias a la sangre que aumentan el tono de la musculatura. La luz aumenta la fuerza, la energía y la alegría de vivir. La ciencia moderna, al descubrir sustancias excitadoras del tono muscular, ha confirmado esa idea. Durante las curas de alta montaña es apreciable el aumento del tono muscular, los músculos se vigorizan y forman relieve bajo la piel, el trabajo es más fácil y los movimientos son más ágiles. Después de una cura en el mar o en la montaña el cuerpo embellece. La idea de los espíritus de la luz, de los genios, que en la luz eterna pasaban sobre la humanidad, no es en modo alguno una nueva leyenda ni una estúpida fantasía.
La irradiación celular:
Todas las células vivas irradian. Envían ondas cuya longitud corresponde a las ultravioletas. La irradiación por ondas etéreas procedentes del mundo exterior a las células, les exagera esa irradiación interna celular, lo mismo que las descarga de ondas eléctricas exageran las vibraciones en los aparatos de radio (descargas eléctricas). Cuando las aves pasan cerca de las estaciones de radio o cerca de antenas emisoras de radiación celular y se desorientan. Esto es muy común que ocurra en las palomas mensajeras que se desorientan en las cercanías de antenas emisoras de ondas de radio y, también, cuando pasan volando sobre zonas "cargadas de radiación", como ocurre en Justo Daract, San Luis.
La carga del sistema nervioso:
En las diferentes capas de la piel sientan innumerables aparatos nerviosos y, además, entre las células de la epidermis terminan millares de millones de fibras nerviosas mediante cestillos y ramilletes. Algunos de estos aparatos puede3n compararse a las fotocélulas de los aparatos de televisión, y cuando la luz incide sobre ellos, se originan corrientes eléctricas. Estas corrientes luminosas cargan al sistema nerviosa, y al aumentar el voltaje provocan en el individuo un estado de mayor tensión. Las irradiaciones cutáneas excitan al sujeto y aumentan su vitalidad y sus movimientos. Por esto, cuando el hombre o los animales se hallan al aire libre se encuentran alegres y activos y se siente el deseo de ejercitarse. Las aves se despiertan con astronómica puntualidad cuando en las horas del amanecer el cielo adquiere ciertas tonalidades, es decir, cuando se producen ondas luminosas de determinada longitud. Cada especie de ave es estimulada por un determinado color, o sea por una cierta longitud de onda y, por tato, en el concierto matinal del bosque, van desarrollándose los diferentes números, según la claridad del cielo, con la misma regularidad y orden con que se desenvuelve un programa de radio o televisión. También el hombre está regulado para una determinada longitud de onda, según puede comprobarse según las siguientes observaciones: Se vendan los ojos de un individuo y se le ordena que dirija los brazos hacia delante. Se ilumina luego la cabeza desde el lado derecho con luz roja (longitud de onda de 700 nm) y, transcurridos 30 a 60 segundos, los brazos se dirigen espontáneamente 5 a 10 cm. hacia la derecha, pues la luz roja actúa sobre el aparato nervioso y exagera la tensión de los músculos del lado irradiado del cuerpo. Si se suspende la luz roja y se aplica luz azul, los brazos se desvían por la modificación del tono muscular. La carga del sistema nervioso originada por las ondas etéreas de la luz solar debe ser la causa de la indescriptible sensación de bienestar que nos inunda cuando el Sol rompe las tinieblas de la noche. Cuando sus rayos bañan nuestra piel, diríase que innumerables e invisibles dedos acarician nuestro cuerpo. "Nuestro sistema nervioso, dice el director de una famosa estación heliotrópica Suiza, puede compararse con un teclado extraordinariamente sensible, en el cual los rayos solamente arrancarán resonancias cuyo eco se repitiera en la profundidad del cuerpo" También, las preferencias que los seres humanos muestran en la elección del tono de sus trajes y el decorado de sus habitaciones deben ponerse en relación con la influencia del color sobre la carga eléctrica del sistema nervioso central.
La hormona de la claridad:
Si se lumina el vientre de una rana, cuidando de que los ojos sean respetados, se observará que estos órganos se adaptan para la luz poniendo en juego los mecanismos correspondientes. El reflejo no es producido por corrientes nerviosas, sino que es ocasionado por una sustancia que se origina en la piel, bajo la influencia de la luz, y que a través de la sangre se difunde por todo el organismo. Si se inyecta sangre de la rana mantenida a la luz a otra conservada en la oscuridad, se produce en esta el fenómeno ocular descrito, es decir, se cierran las pupilas como si los ojos recibieran luz directa. Esta hormona de la claridad aumenta la capacidad funcional de los músculos y de los órganos de los sentidos. El hombre y los animales sometidos a la acción de la luz, ven, oyen y trabajan mejor que los mantenidos en la oscuridad. No todos los colores de la luz tienen igual acción: los claros aumentan la capacidad la capacidad funcional y los oscuros la disminuyen. No solo la luz, sino también las excitaciones acústicas pertenecen al espectro electromagnético. Los sonidos y los olores ejercen acciones semejantes. Si en una habitación con escasa luz se interpretan motivos musicales serenos y alegres, donde predominen los tonos agudos, aumentan la capacidad visual y la fuerza muscular. Si, por el contrario, se hacen oír los acordes graves de una marcha fúnebre, el resto de los objetos parecen más oscuros. Todas las actividades que exigen ciertos movimientos, como las danzas, el deporte, y ejercicios circenses se acompañan de melodías alegres. La música bélica se interpreta con trompetas, tambores y clarines. Esta música fortificante no solo embota los pensamientos íntimos que hacen dócil y razonable al individuo, sino que le aumentan la agudeza visual y la capacidad muscular. Bajo la acción de esta música alegre y sonora, desaparecen las inhibiciones y se exageran la audacia y el valor. Los monótonos acordes de la música fúnebre y los pesados olores de ciertas flores, de que son un ejemplo los narcisos y los lirios, provocan no solo un oscurecimiento de la visión, sino también de toda la esfera psíquica. El individuo ve menos, pierde actividad y se sume en profunda tristeza.
La reproducción:
La luminosidad es necesaria para la reproducción y para el canto, ya que este último es una manifestación sexual. Para una buena reproducción se necesita un mínimo de horas-luz por día. El acortamiento del día, o sea el número de hora-luz, trae como consecuencia la disminución de la actividad sexual. Paralelamente, se desencadena el fenómeno de la muda, que no es más que la preparación para enfrentarse con la nueva estación fría. Desde hace mucho tiempo se sabe que la luz estimula la producción de huevos en las gallinas domésticas y en otras aves. Las crónicas refieren que en la antigüedad los chinos colocaban de noche una vela encendida junto a la jaula de los canarios para estimularlos a cantar más. Mucho después, a principios del siglo veinte, los granjeros del estado de Washington, en Estados Unidos, comprobaron que podían aumentar la producción de huevos en invierno si colocaban en el gallinero una linterna (lámpara) encendida, durante unas horas, todas las noches. Sin embargo, en el pasado se pensaba que la función de la luz era principalmente la de aumentar el "dia de trabajo" del animal. Actualmente, se considera que ejerce una acción fisiológica la luz entra por los ojos y / o por la piel del animal y llega al cerebro estimulando la glándula pituitaria que secreta ciertas hormonas causantes de la ovulación. Por este motivo, la iluminación artificial del criadero con una potencia mínima de luz es extremadamente importante. Para las hembras, un aumento de la extensión del día durante el período de crecimiento estimulará su madurez en forma anticipada. En cambio, una disminución de la extensión del día durante el período de crecimiento retardará la madurez sexual.
La luz afecta al aparato reproductor de las aves mediante un mecanismo que comprende el cerebro, la glándula pituitaria, la tiroides, las glándulas suprarrenales y las glándulas genitales (gónadas). Las aves, a diferencia de los mamíferos, no requieren la presencia de ojos para tener una reacción fisiológica a la luz. Tienen la capacidad de percibir la luz directamente por el cerebro mediante mecanismos todavía desconocidos. Gallinas enceguecidas peden responder a la luz y apercibirse cuando la luz se enciende o se apaga. Esto significa que la luz pasa por las plumas, la piel y los huesos para llegar al cerebro. Sin embargo, todos estos tejidos superficiales sirven para filtrar gran parte de la luz y solamente las longitudes mayores de onda (naranja-rojo) penetran en el cerebro. Por eso es que el sistema reproductor responde únicamente a la luz naranja-roja (para la ovulación), en cambio, el sistema de engorde (pollos parrilleros, por ejemplo), responde mejor a la luz verde-azul. En los canarios, el colorverde favorece mucho a la operación de empollar y a tranquilizar mucho más efectivamente a los animales, con lo cual la reproducción se hace más estable y segura.
La luz afecta al aparato reproductor de las aves mediante un mecanismo que comprende el cerebro, la glándula pituitaria, la tiroides, las glándulas suprarrenales y las glándulas genitales (gónadas). Las aves, a diferencia de los mamíferos, no requieren la presencia de ojos para tener una reacción fisiológica a la luz. Tienen la capacidad de percibir la luz directamente por el cerebro mediante mecanismos todavía desconocidos. Gallinas enceguecidas peden responder a la luz y apercibirse cuando la luz se enciende o se apaga. Esto significa que la luz pasa por las plumas, la piel y los huesos para llegar al cerebro. Sin embargo, todos estos tejidos superficiales sirven para filtrar gran parte de la luz y solamente las longitudes mayores de onda (naranja-rojo) penetran en el cerebro. Por eso es que el sistema reproductor responde únicamente a la luz naranja-roja (para la ovulación), en cambio, el sistema de engorde (pollos parrilleros, por ejemplo), responde mejor a la luz verde-azul. En los canarios, el colorverde favorece mucho a la operación de empollar y a tranquilizar mucho más efectivamente a los animales, con lo cual la reproducción se hace más estable y segura.
Las investigaciones han demostrado que para las aves se requieren, por lo menos, 0,5 bujías-pie para una reacción reproductora mínima. También es importante comprender que la reacción delas aves a la luz no depende de la extensión del día o dela noche. Se ha comprendido que hay un período de sensitividad a la luz, que ocurre una vez cada día (período de 24 horas). Ocurre 12 horas despues de encenderse las luces y dura por un tiempo de 4 a 6 horas. Se llama a esto la fase fotosensible del día. La luz diurna aumenta gradualmente durante una época del año y disminuye en otra.
Las horas diarias de luz natural por mes son las siguientes:
Enero........................14 hs.
Enero........................14 hs.
Febrero.....................13 hs.
Marzo.......................12 hs.
Abril.........................11 hs.
Mayo........................10 hs.
Junio........................ 09 hs.
Julio......................... 10 hs.
Agosto..................... 11 hs.
Septiembre............... 12 hs.
Octubre.................... 13 hs.
Noviembre................14 hs.
Diciembre.................15 hs.
Las horas de luz se cuentan desde media hora antes de la salida del Sol hasta media hora después de ocultarse el Sol. Científicamente hablando, la intensidad mínima de luz para la producción de huevos y de semen de las aves es de 0,5 bujías-pie, es decir, 0,5 lumen / metro cuadrado de suelo o pared a iluminar que, traduciendo a una forma más entendible equivale a montar un foco de luz blanda de 40 watts a una distancia de 1,80 m del suelo o de la pared a iluminar. Como en las gallinas se calcula sobre el lomo de las aves, para llegar hasta el suelo se dice que el foco debe estar a 2 metros de altura (en el caso de las gallinas ponedoras a piso). Para los canarios, también podríamos adoptar el mismo criterio, pero iluminando la pared. Si, por ejemplo, hay que iluminar una pared de 3 m de ancho por 3 m de alto (= 9 metros cuadrados) se necesitarán 3,3 x 9 = 29,7 watts, lo que se cumple con demasía colocando un foco de 40 watts. Se pueden usar focos de 25 w y hasta de 15 w, si fuera necesario para hacer un buen reparto de la luz. El cálculo que hemos ejemplificado suministra el mínimo de luz, de manera que se podrían poner también dos focos de 25 watts perfectamente o dos focos de 15 watts. Siempre hay que suministrar un poco más de luz que la que suministra el cálculo porque los focos se ensucian con el polvo y suministran diariamente menos luz que cuandon están limpios. Los focos deben limpiarse todas las semanas. También se pueden usar tubos fluorescentes, pero es más delicado limpiarlos.
El espectro electromagnético:
Cuando los animales o el hombre ven u oyen, lo que están haciendo es interpretar el espectro electromagnético del Universo. Cada especie animal dispone de sus mecanismos propios para interpretar los colores, los olores y los sonidos. Vemos dentro de un determinado campo de ondas y oímos también dentro de otro campo. La paloma mensajera encuentra el rumbo adecuado para el regreso a su casa debido a que su cerebro dispone de un sensibilísimo imán que registra las ondas de radiación de la Tierra en cada lugar y su extrema sensibilidad le permite encontrar la frecuencia adecuada para hallar el camino de regreso. Las aves migratorias trabajan por mecanismos parecidos y no debemos descontar que algunos animales puedan ver con el espectro infrarrojo en plena noche de vuelo sin extraviarse en lo más mínimo. Hay ondas electromagnéticas que favorecen a la reproducción, a la cría a la salud general, etc., que son interpretadas por distintos seres como colores, olores y ruidos. Refinados sistemas ultrasensibles puedenhacer ver lo que otros oyen u oler lo que otros ven. Bajo la acción perceptual (de percepción), ocasionada por ciertas drogas, los individuos pueden "ver" los sonidos y "escuchar" los colores, pues ambas cosas son vibraciones. Este es un fenómeno bien conocido y se denomina "synesthesia", esto prueba que los sentidos de los animales y de los hombres son capaces de recibir o interpretar determinados estímulos electromagnéticos con total claridad, aunque para la normalidad de los mortales parezcan cosas imposibles de creer, como son los fenómenos de Synesthesia, La radiación electromagnética gobierna al Universo, y la luz visible e invisible, motivo de este artículo, son solamente una parte del espectro electromagnético.
En consecuencia:
Los canarios, como cualquier otra ave o animal, necesitan luz. Carece de todo fundamento científico el negar toda la luz que necesitan las aves, ya sean canarios o palomas mensajeras o cualquier otros animal, incluido el hombre. Muchos criaderos viven con la muerte pintada en sus animales por falta de suficiente luz. La Enfermedad Crónica Respiratoria, la tuberculosis, el raquitismo, la osteomalacia son dignos representantes de la falta de luz. Muchos Canaricultores buscarán afanosamente la comida salvadora o el remedio mágico que les solucione los problemas que solamente los soluciona la luz. Por conservar los colores lipocrómicos de los canarios descuidan los colores melánicos de otros y la salud general del plantel. Los criaderos deben disponer de amplios ventanales para lograr una excelente iluminación, y si ello no es posible, deben contar con instalación eléctrica adecuada para suministrar luz artificial cuando haga falta. No hay que preocuparse tanto de los colores lipocrónicos exagerados porque, justamente, son colores logrados a través de una pigmentación antinatural manejada por el hombre para embellecer a los animales. Pero no debemos descuidar la enorme acción beneficiosa de la luz que favorece a la piel, a las plumas, a los huesos, a la formación de melanina, al pico, a las uñas, etc., del canario. Favorece al canto, a la actividad muscular, a la actividad celular, a la actividad sexual, a la reproducción, a la cría, etc. Habamos de nuestros criaderos un bosque lleno de vida y no una habitación de enfermos crónicos. No saturemos los locales con una cantidad excesiva de animales, con olores extraños a amoníaco, ácido sulfhídrico carbónico, olores a semillas, a bolsas, a material enmohecido, etc. La vida se establece con luz y aire, dos cosas que suelen faltar en demasía en algunos criaderos de canarios.
El hombre de la ciudad vive en un mundo pobre en radiaciones solares, a lo cual hay que sumar en algunos lugares el smog. Son escasos los rayos que se filtran entre las altas casas hasta la profundidad de las calles y a través de las ventanas de las escuelas, fábricas y casas de familia. Y esta falsa creencia de que "vivimos bien" hace que traslademos a nuestros animales ese concepto equivocado. Los rayos ultravioletas, los más importantes, son detenidos por las capas de polvo de la atmósfera, por los humos de las chimeneas, por el smog (palabra inglesa formada por "smoke", humo, y "fog", niebla), por los gases de las cocinas, por el escape de los automóviles, etc., y los cristales de las ventanas que ponen el último obstáculo a su penetración en el interior de las habitaciones. Los muros, el polvo, los pisos, etc. , impiden también la llegada de las saludables emanaciones irradiadas por el suelo, y bien puede decirse que el hombre vive dentro de una cápsula herméticamente cerrada. Los animales como los canarios en muchos lugares ya no reciben la intensidad de luz adecuada. En las ciudades se necesita una altura del orden de los 3 a 6 metros para instalar un criadero que reciba la cuota ideal de radiación solar, y en las ciudades con fuerte smog se necesitan 9 metros de altura, con excepción de las ciudades costeras y las de montaña, donde la radiación llega bien, Sin embargo, en estas ciudades como en otras menos beneficiadas, muchos criaderos están mal orientados o as construidos y, no obstante disponer de buena radiación solar, no se sabe aprovechar. Esto obliga a construir criaderos más grandes, bien orientados, más amplios y con la máxima entrada de luz posible.
Resumiendo:
Reclamamos los conceptos en favor de la luz para una mejor vida de nuestras aves, es decir:
La luz favorece:La acción dilatadora de los vasos sanguíneos.
La formación y acción de la vitamina D.
La pigmentación de la piel, plumas, uñas y pico.
La desinfección de la piel.
La inmunización de la piel y del organismo.
La presión sanguínea y el tono muscular.
La eliminación de las células muertas de la piel.
El embellecimiento del cuerpo.La irradiación celular.
La carga del sistema nervioso.
La hormona de la claridad.
La maduración sexual y a la reproducción.
Fuente: Laboratorio Wende. Director Técnico Juan C. Costantini.
Bibliografía consultada: El Hombre, Fritz KahnAvicultura, E Esminger.
El Canario, Canaricultura, Miguel del Pino Luengo.
Cómo Mejorar la Cría del Canario, Manuel Oms Dalmau.
El Libro de los Canarios, Vittorio Menassé.
Avicultura Menor, Canarios, Massagué-Company-March.
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